A nuestros lectores les deseamos una excelente tercera semana de Enero, pues se han vivido días difíciles en muchos aspectos para la ciudadanía potosina, si no es un aumento enorme en los impuestos, es un aumento en las restricciones de los negocios como medidas de sanidad o bien, que no hay investigación contra funcionarios presuntamente corruptos, al menos socialmente conocidos así.
Como ya es bien sabido por la industria de bienes raíces en la capital, existen aumentos en los materiales que se utilizan en esta rama de la economía y, ahora, en los impuestos que pagan por la compraventa de terrenos e inmuebles; dichos aumentos afectan fuertemente al desarrollo y crecimiento que estaba en potencia dentro de la capital.
Y es que a lo largo de los años hemos podido ver el crecimiento a pasos agigantados de nuestra capital, que ya está prácticamente fusionada con Soledad de Graciano Sánchez y se extiende hasta los cerros en Mesa de Los Conejos, donde podemos encontrar fraccionamientos para acaudalados y edificios de gran altitud.
La presión ejercida al alcalde Enrique Galindo ha sido fuerte, pues el gran momentum que se tenía ahora está amenazado por estas nuevas situaciones, y la matemática es sencilla; si tus costos en materiales esenciales incrementan hasta un 40% y, posterior a terminar la construcción, el impuesto por compraventa aumenta hasta 100% en relación con el año pasado, se va a disuadir a la mala a desarrolladores y clientes de este sector, para construir, y para comprar, pudiendo ser a la inversa.
En otros temas que siguen siendo del gobierno, pero que pertenecen a todo San Luis Potosí, estamos viendo la reacción de toda institución pública ante el arrollador y ya previsto desastre que está dejando esta cuarta ola de covid-19, variante ómicron.
Diciembre nos engañó a todos, entre posadas y tertulias apareció una nueva variante que aunque menos mortífera (hasta ahora), sí resulta más contagiosa, y ha generado menos de lo que uno podría esperar, pues seguimos en semáforo epidemiológico verde, pero con medias de semáforo amarillo, sin clases presenciales, gel y cubrebocas, aforo del 50% en comercios, entre otras cosas pero sin aumentos considerables en ocupación de hospitales, buen abasto de insumos que se necesitan para sobrellevar la enfermedad cuando ésta convalece a los portadores y menos decesos en comparación con el año pasado.
Por último, todos los potosinos fuimos testigos del show que fue la supuesta búsqueda de Mónica Liliana Rangel por la Fiscalía del Estado, sí, de la ex secretaria de salud durante el sexenio de Juan Manuel Carreras, donde se informó por parte de la autoridad estatal que no existe carpeta de investigación en su contra, y entonces el amparo que presentó la ex candidata a la gubernatura parece haber sido resultado de la paranoia y miedo que deben sentir los criminales al tener cerca la justicia.
Por suerte para todos, es la Fiscalía General de la República quien está conociendo el asunto, y será más complicado escapar de la mano invisible que es el Estado, ya que es de esperarse mayor capacidad por parte de la federación para perseguir a quienes cometen crímenes de cuello blanco.
Ahora, sólo queda darles tiempo a las autoridades para integrar la investigación, generar las órdenes de aprehensión y llevar el asunto hasta una sentencia en la que se pueda recuperar el daño causado a todos los ciudadanos, y castigar el fuerte crimen que fue robar del sector salud cuando se vivió una pandemia, la que hasta hoy sigue dañando ante el desvío de enormes cantidades del erario.
Por lo pronto las manecillas del reloj corren y seguimos a la espera de resultados de nuestras autoridades y , si no, ¡a seguirse cuidando! Feliz semana.
¡Hasta la próxima!
