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jueves, marzo 28, 2024
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EL SOL SALE PARA TODOS

Faltan pocos, muy pocos días, para la celebración más importante de los dulces enamorados y la amistad fraternal. Como todos sabemos, el 14 de febrero es una fecha en la que, bajo el argumento de reforzar la sana convivencia y las relaciones sentimentales, no sólo se incrementan los abrazos, los besos, y toda muestra de aprecio, sino que además, repunta el comercio de bienes y servicios propicios para la ocasión y el festejo, y en consecuencia, encontraremos por todos lados, en cualquier banqueta, en cualquier camellón, en cualquier cochera, la venta de chocolates con relleno de fresa, globos de helio, ramos de flores, osos de peluche, y toda clase de regalos que sirvan como presente para congraciarse con aquella persona especial.

Los bares, los restaurantes, los cines, y otros negocios de servicios serán puntos concurridos, y las joyerías, las florerías, las dulcerías, los sex shops y otros establecimientos fijos tendrán gran afluencia de clientes, y hasta los servicios de paquetería, y el servicio particular de transporte, y los paquetes de comida por aplicación, y todos contarán con la oportunidad de ver reflejado en sus cortes de caja, en sus facturas, o en sus liquidaciones, las ganancias de una fecha en que la euforia y el ánimo seductor, desatan al consumidor compulsivo que todos llevamos dentro. Y esto, sin duda, representa un momento favorable para incentivar la actividad económica local, de forma directa e indirecta, y estimular la circulación de recursos monetarios, en beneficio de todos.

Pero no todo es “miel sobre hojuelas”, ya que además de los emprendedores y sus colaboradores que habitualmente atienden ese giro de negocios, en esa fecha, como en el día de Reyes, como en el día de la madre, como en la temporada navideña, surgen emprendedores de ocasión que, bajo el argumento muy válido de ver una oportunidad de mejora, apuestan por el comercio como una actividad alterna que les permita obtener ganancias lícitas, en un segundo plano, en un periodo breve y sin correr tantos riesgos, y por tanto, con licencia o sin ella, con permiso de las autoridades correspondientes o sin él, inundan el mercado de productos y servicios alusivos a la celebración, con el consecuente aumento desmedido de la oferta y un considerable abaratamiento del producto o servicio, es decir, con el castigo despiadado a los precios de los pequeños comerciantes establecidos de forma fija.

Que todos tenemos el derecho de salir a buscar el sustento diario, que todos podemos ganarnos la vida de forma honesta, y que el sol (entendido como la oportunidad, el trabajo, la fortuna, la felicidad, etc.) sale para todos, son máximas de conducta indiscutibles. Sin embargo, además de los posibles efectos de la relación entre la oferta y la demanda que ya se mencionaron, no debemos dejar de señalar que, “aunque el sol salga para todos”, administrativamente, nos gusta ser una sociedad desordenada, ya que si durante todo el año una persona se dedica a vender carnitas, o a cortar el pelo, o a reparar licuadoras, pues no hace sentido, porque en determinada fecha amanezca vendiendo peluches, por decir un ejemplo, cuando hay personas que durante todo el año venden peluches pagando, por lo menos, arrendamientos, servicios, una licencia de funcionamiento al ayuntamiento, una cuota a una cámara de comercio, y los correspondientes impuestos federales, lo cual, representa condiciones desequilibradas para ejercer la actividad productiva, pues el emprendedor de ocasión, saca sus productos a la venta en condiciones administrativas menos estrictas, y eso, además de atomizar las ganancias, representa una competencia desleal.

Pero, por una inexplicable razón, así es la tendencia en esta ciudad, y se prefiere salir a la calle por la libre, desafiando al destino, o bien, llegar a un acuerdo con un líder tianguista, que acudir directamente a las autoridades a nutrirse de información oficial, obtener los beneficios de programas para emprendedores, y cumplir rigurosamente con la normativa para ofrecer un producto o un servicio. Pero esto difícilmente cambiará en una ciudad en la que, hoy un vecino empieza a vender duritos con cueritos, y desde mañana su competencia estará en la banqueta de enfrente”, porque seguimos sin entender que, actualmente, la espiritual y conmovedora frase: “el sol sale para todos”, en realidad significa el rudo y contundente dicho: “el que tiene más saliva come más pinole”.

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