Sin guardar formas y menos respetando la investidura presidencial, López Obrador en su acostumbrada mañanera arremetió contra la doctora María Amparo Casar. El libro publicado por la politóloga en días pasados denominado “Los Puntos sobre las Íes”, lo terminó sacando de sus casillas.
El libro es una recopilación que dibuja a la actual administración y al tabasqueño desde una retrospectiva inundada de promesas y compromisos incumplidas unas y fracasados y fallidos otros, dando cuenta de ello con datos y cifras provenientes de fuentes confiables que exhiben a un sexenio repleto de mentiras, engaños y con resultados negativos.
Ese texto, sacó de quicio al inquilino de palacio, no pudo soportar la crítica, odia a quienes no concuerdan con él, es algo inevitable en su naturaleza y, cuando ocurre como en este caso, pierde completamente los estribos reaccionando sin medir las consecuencias.
Han sido recurrentes sus controversias con comunicadores, intelectuales, académicos e inclusive científicos e investigadores, personajes de la vida pública del país que han sido injustamente denostados, descalificados e inclusive calumniados, por el hecho de dar opiniones que no son de su agrado.
Sobre el particular existe una larga lista de gente que se ha visto mencionada en las mañaneras siendo objeto de agrios comentarios a grado tal, que implementó una sección especial en sus matutinas conferencias para exhibir a quienes considera sus adversarios, que solo le ha servido para mostrar un talante de peleador callejero con mecha corta y una faceta de intolerante.
De hecho, así surgió en buena medida la candidatura de Xóchitl Gálvez, pues al recibir del macuspano una calumnia demostró de que estaba hecha y no se dejó, acudió a los tribunales a defender su causa exigiendo el derecho de réplica, que cualquier persona que se precie de ser demócrata se la hubiera otorgado con una disculpa, López Obrador se la negó.
Ahora con María Amparo Casar, a quien ha mencionado en más de sesenta ocasiones en sus conferencias, cuestión que por el cúmulo de citas podemos decir que la tiene muy presente, por lo mismo, seguramente ha ido cavilando la forma de destruirla, sacarla del medio o neutralizarla, como lo hizo con algunos otros.
No fue capaz siquiera de rebatir el contenido del libro, es un terreno donde no tiene defensa, cualquier explicación al respecto lo hundiría frente a la contundencia de los datos: fechas; promesas; cifras; resultados.
En ese contexto, decidió irse por la vía de la denostación y la intimidación, a través de una ofensiva mediática con toda la fuerza del Estado. Ante la carencia de argumentos y después de una intensa búsqueda, armaron todo un entramado desempolvando un asunto personalísimo de hace más de veinte años.
Además, hace públicos datos personales de la doctora Casar y su familia, como ya antes lo había realizado con otra persona representante de un medio de comunicación internacional, actos inconcebibles fuera de la legalidad.
Esas actitudes solo son dignas de un represor a quien le desagrada de sobremanera la libertad de expresión y el derecho a la información, ponen en riesgo nuestra democracia y el estado de derecho, viniendo del titular del Poder Ejecutivo, su agravante es mayor.
