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DE PESOS Y CONTRAPESOS

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DE PESOS Y CONTRAPESOS

La moral, ¿sí es el árbol que da moras?

Por Raúl Paulín Rojas

En días pasados, la dirigencia nacional panista encabezada por Marko Cortés Mendoza, solicitó ante el Tribunal Electoral de la Federación, anular la elección a la gubernatura del Estado de San Luis Potosí. Sobra decir que éste es un acto legítimo fundado en la ley electoral, y que no aceptar esa acción o renegar de ella sería ir contra las instituciones.

Dicho lo anterior, recordemos un poco de la historia reciente: Durante el último trimestre de 2020 y primeros días de 2021, los potosinos fuimos testigos de una lucha encarnizada dentro del Partido Acción Nacional, en el marco de su contienda interna hacia la gubernatura; las artimañas a que recurrieron los contendientes hicieron ver torpe al histórico Partido Revolucionario Institucional en esas lides, superando con creces lo que durante años mereció la severa crítica de los albiazules.

Coacción del voto, amenazas, intimidación, compromisos perniciosos y la cereza del pastel… una alianza con “delincuentes” -así, entre comillas-. Todo con el fin de imponer a Octavio Pedroza, sin importar que éste ocupara el tercer lugar en las encuestas de consumo interno, relativas a las preferencias electorales. De este modo, el 10 de enero pasado se evidenció la alianza de facto PAN – gallardía en la contienda interna, con el objetivo de descarrilar al defenestrado Xavier Nava y dejar el camino libre a Pedroza.

Lo que la dirigencia panista no previó fue la estrategia de los verdes, que favoreció al rival más débil. Los resultados así lo demuestran; 216 mil 110 votos para Octavio en la elección constitucional, cifra muy inferior a la obtenida por Sonia Mendoza que logró 351 mil 352 votos en 2015, y esto a pesar del incremento en el listado nominal.

El conflicto interno originó la salida de esta última de las filas panistas y la reacción de su dirigente estatal, Juan Francisco Aguilar, no se hizo esperar; hizo una desafortunada declaración mediante la cual minimizó la influencia al interior del PAN, de la hoy virtual diputada federal por el Verde, diciendo que se iba con solo 12 militantes, palabras que Sonia aprovechó con la irrupción del #TodosSomosDoce en redes sociales.

La vox pópuli o “lo que es conocido y repetido por todos”, no olvidó los acuerdos entre la dirigencia panista y la gallardía -¿verdad ficta?, podrían decir los abogados-. Sin embargo, se trata de la misma gallardía a la que hoy acusan de ser parte de la delincuencia organizada y a su vez, de haber cometido el delito de fraude electoral. Ya dictaminará el tribunal competente al respecto a más tardar el 22 de agosto próximo, mientras tanto debe prevalecer la imparcialidad.

Pero continuemos con el repaso histórico. Hace seis años Ricardo Gallardo Cardona fue puesto tras las rejas acusado de uso indebido de recursos de procedencia ilícita; denuncia que no prosperó por la aplicación errónea en los términos de la demanda, según lo dictaminó el juez que lo absolvió. La noticia trascendió las fronteras del estado y permeó a nivel nacional; imposible que la dirigencia albiazul ignorara un acontecimiento con esas repercusiones.

Pues bien, la cúpula panista nacional y estatal hicieron la vista ciega y el oído sordo en 2018; ignoraron todo señalamiento legal y social, actuando impulsados por un interés meramente electorero, y con la ambición de mantener altas sus prerrogativas concretaron una alianza con el Partido de la Revolución Democrática, controlado entonces a nivel local por el hoy gobernador electo, a quien postularon como candidato a la diputación federal.

Asimismo, mediante otro acuerdo en apariencia independiente, designaron a Xavier Nava como candidato a la alcaldía capitalina y para cerrar con broche de oro, registraron ante el INE a la dupla Marco Gama / Leonor Noyola –entonces también perredista-, como candidatos al Senado de la República; terna que posteriormente le infringe al PAN la peor derrota electoral de los tiempos modernos en territorio potosino.

En aquel entonces los vítores del panismo –aunque es justo mencionar que no de toda la militancia-, se concentraron con bombo y platillo en dichos personajes y extrañamente hoy son los mismos que ponen el grito en el cielo, rasgando sus vestiduras ante el acusado Gallardo y compañía. Y yo me pregunto, ¿dónde quedó la moral? Solo me viene a la mente la frase que acuñó Gonzalo Nicanor Santos, aquel histórico cacique potosino que dijo: «La moral es un árbol que da moras».

Y, ¿dónde quedó el pueblo? Éste no olvida. O como cuestionara una panista de cepa, “y la gente, ¿qué?”. Pues la gente está polarizada y aunque no olvida, hoy unos están a favor de los “delincuentes” exitosos en el ámbito electoral y otros se mantienen en contra. Unos los vitorearon ayer y los denostan hoy, otros los denostaron ayer y los vitorean hoy. Definitivamente, los PESOS Y CONTRAPESOS son inherentes a las alianzas electorales y sus absurdas o certeras consecuencias.

julio 14, 2021

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