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LA MUJER EN EL MUNDO DE HOY

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LA MUJER EN EL MUNDO DE HOY

Los roles de la mujer han ido evolucionando a lo largo del tiempo. Iniciaron con la división de trabajo, viendo cuál era la mayor aplicación que tenía el carácter de cada individuo para sobrellevar ciertas actividades; sin embargo, durante el siglo XIX y buena parte del siglo XX a las mujeres se les tildó de débiles, tanto en campos físicos como intelectuales, artísticos o académicos

Sin embargo, y tomando como ejemplo algunos cercanos, en el caso de México existen mujeres que ejemplifican que aquella misógina no era ni es desatinada a la totalidad, pues en el ámbito de la literatura por ejemplo, existieron mujeres escritoras y pioneras como Elena Garro, a quien recientemente se le atribuyó la creación primigenia del realismo mágico, corriente que se ha relacionado siempre con el escritor Gabriel García Márquez, por ser quien la volviera visible en la época.

Aun así, hay que reflexionar que si bien en el continente americano, la mujer ha ido ganando reconocimiento, derechos y oportunidades, estos privilegios siguen sin ser una realidad para ciertos países. Como prueba de ello, de los 10 países que peores notas sacan en igualdad, siete están en la zona de Oriente Medio y Norte de África, según el informe Global de Brecha de Género 2020 del Foro Económico Mundial.

Ahora bien, ¿cuál es la situación de la mujer en el campo laboral? Según datos del Censo de Población y Vivienda 2010, las mujeres representan el 51.2% de la población total, el 52% de la población de 15 años y más (es decir, de la población en edad de trabajar) y el 51.5% de los mexicanos registrados en el padrón electoral, pero, ¿por qué ya hay tan pocas mujeres en cargos importantes?

De acuerdo con un estudio del Banco Mundial, el mundo pierde más de 160 billones de dólares en generación de riqueza debido a las diferencias de ingresos entre mujeres y hombres.
En México, los motivos empleados por muchas organizaciones para justificar su bajo número de empleadas son las normas culturales y las preferencias de las mujeres para trabajar en determinados sectores y ciertas ramas laborales.

Muchas empresas utilizan el pretexto de las “normas culturales” como una imposición heredada de un sistema patriarcal que enseñó a las instituciones, como al resto de la sociedad, que la imagen de una mujer no es un perfil ideal para lo laboral ni para campos prestigiosos. Además, otro factor que retrasa el avance hacia una mayor inclusión es que las compañías se comparan con el promedio de su sector y las demás empresas tienen la misma dinámica de poca inclusión en el marco del sistema neoliberal patriarcal que excluye en general a las mujeres de la economía real.

La realidad es que, a la vez, sin el apoyo abierto y decidido de la empresa privada no habría inclusividad posible; se ha tratado de abrir campo la mujer en este sentido y la presencia femenina en el mercado de trabajo se ha incrementado de manera notable en las últimas décadas, particularmente en los sectores productivos y de servicios, eso es lo que se dijo en el último informe de gobierno, en comparación a que en el año 2012 las mujeres representaban poco menos del 40% de la población económicamente activa.

La situación social también es un tema que nos permite reflexionar el valor y el lugar que tiene la mujer dentro de una sociedad. El matrimonio infantil o la violencia de género son dos de las principales secuelas en sociedades profundamente patriarcales, secuelas que perduran.

Recientemente se ha hablado de la situación política en Oriente, específicamente de Afganistán y el grupo Talibán; ahora, tras el regreso al poder de estos en Afganistán, las mujeres temen que las libertades y derechos que han obtenido en las últimas dos décadas puedan perderse con la aplicación de la ley Sharia. Algo que ya había ocurrido veinte años atrás, durante los ochentas y noventas.

Cuando la brecha de pensamiento en la sociedad comenzaba a abrirse ya, hacia un mal llamado pensamiento occidental, que en realidad tenía un enfoque de mayor inclusión, un pensamiento progresista, autónomo, en la sociedad de Afganistán, ahora con la nueva guerra aparentemente los ganadores pretenden imponer una serie de leyes que colocan a la mujer en desventaja social, política y económica.

El acceso a la educación y la participación política están entre las mayores preocupaciones de las afganas; a pesar de que el grupo Talibán asegura que respetará las garantías de las mujeres, en esta ocasión; argumento de poca credibilidad, y para ello basta observar la cantidad de refugiados que han salido, y buscan salir, de dicho país.

El mundo está cambiando, la situación política e histórica también; lo único cierto es que los roles sociales, así como la capacidad de cada individuo es un acto performativo, en el cual las acciones son las pruebas, no las antiguas y masticadas estructuras patriarcales, sin mayor fundamento, que la preservación del poder.

septiembre 6, 2021

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Edwina Aguilar
L.A.P. Gerente Pública / Asesora Gubernamental & Community Manager. #Medios de Comunicación, Admon. Pública, #Comunicación Social, Procesos Electorales.

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